El marcapáginas: Alicia en el país de las maravillas / A través del espejo.

Alicia en el país de las maravillas

y

 A través del espejo.

Lewis Carroll.

"¡Ah!, no podrás evitarlo: aquí estamos todos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca."

  Lewis Carroll, cuyo nombre real era Charles Lutwidge Dodgson, fue profresor de matemáticas en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX. No obstante, la ocupación por la que es recordado siglos más tarde es la de escritor. Ésta sumada a su casi enfermiza obsesión con las niñas y todo lo que tuviese que ver con ellas dio lugar a las dos obras literarias que ocupan el marcapáginas de hoy.

  Precisamente el personaje principal de ambas historias está inspirado en Alice Liddell (que no Lidl), una joven con la que Lewis Carroll mantuvo una estrecha amistad durante algún tiempo. Llegado cierto momento los padres de Alice decidieron, misteriosamente, destruir todas las cartas que la pequeña había recibido del autor de los libros. Por cierto: el padre de Carroll era clérigo.

  Como tanto "Alicia en el país de las maravillas" como "A través del espejo" presentan más o menos la misma temática y estructura escribiré sobre los dos como si de un sólo libro se tratase. 

  La historia se centra en el personaje de Alicia y sus alocadas andanzas por los derroteros de un país imaginario lleno de criaturas que parecen estar más chifladas de lo que realmente están. Esta Alicia es una niñita de unos diez años con un cierto tonito pedante que cree saber mucho más de la mitad de lo que realmente llegara a saber algún día. Además es una respondona. Frente a esto los bichos del país de las maravillas no paran de propinarle bofetadas gramaticales y lingüísticas.

"-Entonces deberías decir lo que piensas -prosiguió la Liebre de Marzo.

-Ya lo hago -se apresuró a contestar Alicia-. Al menos...,pienso lo que digo... que es lo mismo, ¿no?

-De ningún modo -dijo el sombrerero-. ¡Así también podrías decir que me gusta lo que tengo es lo mismo que tengo lo que me gusta!"

  Afortunadamente para mí Alicia va evolucionando y adaptándose poco a poco a la locura no loca, típica del nonsense inglés, del mundo en el que se ha visto inmersa. Y realmente esto supuso un alivio ya que no hubiese aguantado las doscientas a pico páginas de bichos dando sopas con hondas a Alicia.

  Por otro lado cabe destacar la magnífica labor del ilustrador John Tenniel, que ha contribuido a que en las múltiples adaptaciones al cine se haya mantenido una visión muy cercana a la que ya en su momento gestó Carroll.

  En definitiva se trata de un libro que, por su temática y aspecto iniciales, puede parecer destinado a un público más bien infantil. No obstante, los continuos aportes lingüísticos lo dotan de una profundidad que lo hace apto también para un público más adulto que puede aprovechar la ocasión para reflexionar o no.

  Para finalizar:

-Lo mejor: las ilustraciones y posible aporte reflexivo que le pueda sacar cada uno.

-Lo peor: la poca simpatía que provoca la protagonista, aunque es posible que no tenga por qué causarla.

Alice in wonderland - Bill Evans Trío.