sábado, 8 de junio de 2013

Retro-Review: Splatterhouse

  Buenas a todos, amantes de lo retro. Echaba ya de menos escribir en 'courier', que la 'georgia' está muy bien, pero no es lo mismo. He decidido dar uso a esta entrada para hablar de un videojuego, que de películas hablamos todo el rato en el blog y no va a ser todo hablar de películas. Aprovecho, además, para recordar un título que creo que hoy día muy poca gente conoce, pese a haber gozado de bastante fama en las recreativas del pasado y de haberse realizado un remake para las plataformas actuales hace bien poquito. Yo mismo desconocía su existencia hasta que vi la versión moderna. Pero dejémonos de secretismos de una puta vez. El videojuego en cuestión es...

<<SPLATTERHOUSE (Namco, 1988)>>


  Como podréis observar por la portada, continúo con la temática de asesinatos sanguinolientos y de violencia gratuita. Pero "Splatterhouse" es más que un tío que parece el de Viernes 13 profiriendo brutales puñetazos y certeros machetazos a lo largo y ancho de la pantalla. En "Splatterhouse" se mezclan venganza, oscurantismo y drama en una historia simple pero con elementos que la hacen muy efectiva. "Let the splatter begin".


  "SPLATTERHOUSE" es un sidescrolling beat 'em up que... ¡Joder! Ya empiezo como con el "Golden Axe". "SPLATTERHOUSE" es un mata-mata en dos dimensiones. Espero que mi queridísimo amigo Mr.X Horror no se mosquee conmigo por usar el término "mata-mata", pero copón, creo que en este caso está más que bien empleado. Desarrollado por Namco y puesto en el mercado en 1988, fue principalmente un juego de recreativas arcade, pese a que también gozó de cierto éxito en PC y en una consola que personalmente desconocía hasta que me he puesto a investigar sobre el videojuego de hoy, la TurboGrafx-16.

  Como ya hemos dicho, la historia se desarrolla por completo en 2-D, resultando un juego al más puro estilo "Final Fight", donde avanzaremos con nuestro personaje hacia adelante y hacia atrás lanzando puñetazos, patadas y, ocasionalmente, utilizando distintos tipos de armas que van desde el bate de béisbol hasta la escopeta recortada, pasando por machetes gigantes y una motosierra. La consecuencia de ello es una orgía de vísceras y sangre que alcanzará su punto álgido cuando el prota entre en modo 'berserker' y se ponga a descuartizar enemigos como si del mismísimo John Matrix ("Commando") se tratase. Pero mierda, para ello tendremos que esperar a "SPLATTERHOUSE 3".
<<Aquí podemos observar a nuestro prota en plena JohnMatrixización ante unos enemigos ingenuos y aturdidos y posteriormente vejados.>>

  Pero a ver, ¿por qué estoy matando esos bichos de formas estrafalarias y comportamiento histriónico? ¿Por qué llevo una máscara de hockey sobre la faz? ¿Soy yo un monstruo o mi cuerpo es el resultado de una ingesta masiva de anabolizantes? Nada de eso, Rick, el prota, es un pobre desgraciado que se ve envuelto en una situación que no desearíamos ni a nuestro peor enemigo. Bueno, a Aznar probablemente sí.

  Rick y su novia Jennifer se refugian de una violenta tormenta en una mansión que parece abandona. Pero una vez dentro, son atacados por una especie de demonios que toman a Jennifer por rehén y dejan al pobre Rick al borde de la muerte. Sin embargo Rick despierta y descubre que esa máscara que se le ha adherido al rostro es lo que le ha salvado la vida, pues es una máscara demoníaca que además ha convertido a Rick en esa bestia humana que nosotros manejaremos. El objetivo es claro: Con la ayuda de esa máscara liberar a Jennifer de las garras de nuestros horribles enemigos. Así que como siempre (o casi), la empatía con el protagonista es total, lo que nos lleva a pulsar los botones de ataque con casi la misma violencia con la que Rick reparte hostias.

 Mencionada ya su jugabilidad, ésta se desarrolla de un modo completamente arcade, con un número de vidas limitado cuyo descenso a 0 nos obligaría a echar más monedas; y a través de niveles separados entre sí por una batalla con un monstruo final más fuerte que los demás.

<<Que sí, que puede sonar a típico, pero no en todos los juegos se nos permite cortad por la mitad a nuestros enemigos o hacer 'homeruns' con ellos. Hay que aprovechar.>>

Musicalmente hablando, la tónica general es la de piezas que pretenden promover el suspense mediante el uso de melodías cromáticas e inluso cacofónicas; y algunas con cierto tono barroco. Sin embargo, encontramos excepciones magistrales como la música que suena cada vez que mueres y que es además el tema principal del videojuego. Podéis oírlo al principio de este vídeo, seguido de otras piezas y con un trasfondo muestra de lo que es el videojuego (que por si no os queréis semiespoliear, no veáis por si acaso):

 Dije al principio que "SPLATTERHOUSE" puede que sea juego que hoy día haya sido olvidado, así que desde aquí os animo a revisitarlo, pues si bien tampoco es la panacea de este tipo de videojuegos, su violencia excéntrica y gratuita nos promete por lo menos pasar unas horas divertidas. Los tres videojuegos arcade son fácilmente desbloqueable en el remake multiplataformas homónimo del que hoy hemos tratado. Remake también entretenido, pese a no gozar de nada especialmente destacable.

 Lo mejor: Matar, matar, matar, matar, matar, matar y matar.

 Lo peor: Que hay momentos en los que no estás matando.

 El Kartmanómetro le da un 7,5.



2 comentarios:

  1. Bueno, no me mosqueo porque no has hablado mal de la saga, que te veía venir.

    Igual PC Engine te suene más, que fue como se llamó la Turbografx en Japón, el único mercado en el que realmente tuvo éxito. Castlevania Rondo of Blood es seguramente el juego más conocido de la consola.

    El primero no, pero el 2 y el 3 salieron en Mega Drive, que eran las versiones más fáciles de conseguir hasta que salieron como extra en el de 2010. Yo creo que me quedo con el 3: la mansión no es lineal, tiene varios finales, el modo berserk... es más completo.

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  2. Joder la BSO es brutal macho. Ultra barroca.

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