miércoles, 19 de junio de 2013

Cinema Paradiso (1988)

Cinema Paradiso (1988)
Giuseppe Tornatore
Philippe NoiretJacques PerrinSalvatore CascioAgnese NanoBrigitte Fosey

"Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. La película narra la historia de un niño de un pueblecito italiano, en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Subyugado por las imágenes en movimiento, Salvatore cree ciegamente que el cine es magia, pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvador va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa."

Adivinanza nº 6 - Cinema ParadisoEnnio Morricone
Por circunstancias del destino parece que últimamente me encargo de películas que homenajean de una forma o de otra al cine. Llevo tiempo sin escribir y mi última entrada fue sobre Ed Wood, esta sin embargo es de otro calado, de otro genero totalmente distinto. Hoy es un regalo poder escribir sobre Cinema Paradiso, doy gracias por no tener que volver a ver algo como Dragon-Ball: Evolution y encima escribir sobre ella. Nunca ha sido mi fuerte encontrar la moraleja o el sentido más correcto de las cosas: cine, poesía… Espero que mi punto de vista no les parezca muy disonante. 

Supongo que debía ser así, cada uno de nosotros tiene una estrella que ha de seguir. Márchate, esta tierra está maldita, mientras permaneces en ella te sientes en el centro del mundo, te parece que nunca cambia nada, luego te vas un año, dos... Y cuando vuelves todo ha cambiado, se ha roto el hilo conductor, no encuentras a quien querías encontrar, todo ha cambiado. Debes ausentarte muchos años para encontrar a tu vuelta a tu gente, la tierra donde naciste. Pero ahora no es posible. Creo que estás más ciego que yo.
-¿Quién dijo eso, James Stewart, Gary Cooper, Henry Fonda?
- No Totó, eso lo digo yo. La vida no es como en el cine, la vida es más dificil. Márchate. Eres joven el mundo es tuyo. No quiero oirte más, sólo quiero oir hablar de ti.

Alfredo
Cinema Paradiso es una película que narra con enorme sensibilidad la relación entre tres factores: Alfredo, Salvatore y el cine. No es que no intervengan otros personajes o factores, sino que la película los rodea desde el principio hasta el final de una manera o de otra. Comienza con la noticia de la muerte de Alfredo, a partir de ahí Salvatore recordará su vida con amplio detalle (tanto que en un primer momento la película duraba 155 minutos pero el escaso éxito obtenido en taquilla les obligaron a reducirla a 123 minutos y lograr gran éxito mundial). El director, Giuseppe Tornatore nos presenta la película en tres partes de la vida de Salvatore, o Totó, protagonista, de niño, adolescente y hombre adulto. Cada parte está llena de sensibilidad, como dije anteriormente, y de amor. Ese amor está lejos de ser gratuito, es más amor en la forma, amor en el trato más que en un contenido forzado de película cursi. Todo ello con el cine como vehículo que transporta esas enseñanzas bañadas en cariño de Alfredo a través de la belleza intrínseca del séptimo arte. 

Estamos en el final de la década de 1940, con las consecuencias que trajo consigo la segunda guerra mundial recién finalizada. Por ello Tornatore nos presenta al cine como ese elemento capaz de evadir de los problemas diarios a la gente. La gente buscaba nuevas historias, historias imposibles y para ello acudía al cine, aun teniendo la influencia de la iglesia que actuaba como elemento censor de cualquier escena que pudiera estar “subida de tono”. Sin embargo, pese a las penurias, y a los momentos malos que suceden en esta época, Tornatore quiere convertir su película en una historia entrañable que hable del cine, pero que también nos haga disfrutar, que nos conmueva, pero con el leve toque de humor de las películas de los 80 del sur de Europa (se pueden ver ciertas similitudes con el cine español de esa época).

Este pueblo está maldito. ¡Vete!, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te gana la nostalgia y regresas… No me busques. No toques a mi puerta porque no te abriré. Busca algo que te guste y hazlo, ámalo como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso. Desde hoy, ya no quiero oírte hablar; ahora, quiero oír hablar de ti… - Alfredo
REALMENTE, parece que siempre estoy adulando y que tengo el adjetivo “genial” y “formidable” en el portapapeles, pero lo dije al principio de formar el blog, intentaré acercar aquellas películas que me parezcan interesantes, por ello la gran mayoría de las que pongo aquí me parecen geniales, así como la actuación de Phillipe Noiret en el papel Alfredo, una absoluta maravilla, haciendo de mentor de Totó y transmitiendo cariño, no sólo a él sino al  espectador. Alfredo es un personaje que se mantiene dentro de ciertos estándares, el mentor del niño que no tiene vida más allá del cine. Siempre con frases precisas propias de una sabiduría natural, de la experiencia que le ha dado la vida.
Otro personaje que no pasa desapercibido, supongo que por las circunstancias actuales, es el nuevo dueño del Paradiso, ese hombre que lo reconstruye, que le vuelve a dar forma y vida. Desde que aparece tengo la sensación de que al ser empresario en algún momento va a hacer algo malo, pero sin embargo he sido víctima de mis propios prejuicios y de la imagen que tenemos ahora de los empresarios, que hacen lo que sea por ganar dinero, pero sin embargo aquí aparece un empresario con la única pretensión, a parte de hacer negocio, de agradar a la gente que vio sufrir cuando vieron irse su cine. Esta película es de 1988 y supongo que en esa época no era tan popular este sentimiento contra los empresarios, y por ello esta imagen era posible, de hecho seguro que en su tiempo este personaje sí que pasó desapercibido.

Ennio Morricone
Mr. X se apuntó su segundo tanto en nuestro Hall de la Fama al acertar que se trataba de Ennio Morricone, estilo especial e inconfundible. El tema elegido es de la escena final de la película, banda sonora que no tiene ningún desperdicio, así es el gENNIO. 


Esta película que trata el cine dentro de ella misma nos acerca de una manera curiosa su evolución con el paso del tiempo. Desde un primer momento en el que Alfredo, a voluntad del obispo, tiene que realizar recortes en las películas por la censura anteriormente mencionada, pero con el paso del tiempo el rasero cada vez va siendo más liviano, llegando al punto de aparecer destapes, desnudos o incluso llegando a haber cine erótico. En cuanto a la maquinaria y tecnología también nos va mostrando como va cambiando, desde el principio en el que el temor de que se prendan fuego las bobinas y la máquina, hasta que estas se vuelven ignifugas, así como el cambio de las primeras películas mudas como cuenta Alfredo, pasando por películas con voz hasta las últimas que nos muestran la imagen en color, y hasta efectos especiales (Ulises, 1954).


En la vida de todo hombre siempre hay una mujer que marca un antes y un después. Y María es, ha sido, y será, esa mujer tan especial. Media vida he recorrido con la fortuna de haberla conocido, a veces queriéndola con locura, a veces todo lo contrario, pero siempre cerca uno del otro. Junto a ella aprendí muchas cosas buenas e importantes, y aún continúa siendo el motor de mis alegrías y el paño de mis lágrimas. Por eso quiero dedicarle estas lineas, del todo merecidas, ya que no sólo es alguien excepcional para mí (y para muchísima gente más), sino que fue ella quien decidió, un día del lejano 1990, que ésta era la película que debíamos ver. Apunte anónimo sobre Cinema Paradiso.

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